lunes, 5 de noviembre de 2012

Canciones desnudas pero a la vez musculosas


A buen seguro que gran parte del público rockero patrio coincidirá a la hora de señalar que el proyecto de los vallisoletanos Arizona Baby ha sido uno de los que más han crecido a lo largo de éstos tres últimos años dentro de nuestra escena musical. Y es que desde que en 2009 editaran “Second to None”, la segunda referencia en su discografía particular, todo han sido parabienes a la hora de hablar de la formación capitaneada por Javier Vielba y Rubén Marrón.

En primera instancia porque de la mano del ya citado “Second to None”, lograron hacerse con un hueco considerable dentro de la primera división de la música de nuestro país, a través un puñado de canciones desnudas pero a la vez músculosas, en las que dejaban constancia de una acusada personalidad propia de claro semblante rockero.

En segundo lugar porque dichas composiciones solían ser presentadas en el marco de directos acústicos y en formato trío, dejando bien a las claras que su propuesta es firme y que para lograr meterse al público en el bolsillo no necesitan de un impresionante montaje, ni de parafernalia externa alguna, puesto que su calidad como músicos y presencia sobre las tablas suplen por sí solas a decibelios y grandes escenografías, esas a las que tantos otros deben acudir sin remisión como último recurso para tapar en la medida de lo posible las carencias de su espectáculo. 

Y por último, porque si la categoría de sus presentaciones en vivo era una de sus grandes bazas, el curso pasado tuvieron la osadía de intentar, y además conseguir, el más difícil todavía de la mano de la gira “Dos Bandas y un Destino”, en la que tuvieron el placer de unirse a Los Coronas, fusionándose en última instancia bajo el nombre de Corizonas, dando píe a uno de los acontecimientos musicales más grandes que se han desarrollado dentro de nuestra música en los últimos años, tal y como atestigua su genial álbum conjunto “The News Today”. 

Ahora, como anticipo del que será su tercer disco previsto inicialmente para el año venidero, Arizona Baby nos regala “The Truth, the whole Truth and nothing but the Truth” (Subterfuge Records), un Ep de seis canciones en el que la banda vuelve a dejar constancia de que tanto su personalidad como su gran estado de forma actual siguen intactos. 

Ambas características son fácilmente rastreables desde la inicial “Where the Sun Never Sets”, una potente canción de ritmo martilleante y brillante lírica, y también en “Rock´n´Roll Mesiah”, quizás la más inmediata por el acertado rasgueo de guitarra que erige en protagonista al maestro Rubén Marrón, dos composiciones que nos muestran a las claras que este Ep no ha sido un mero entretenimiento pasajero. 

El pistón de la intensidad se rebaja de la mano de “If I Could”, un corte claramente más reposado y relativamente experimental, donde Javier Vielba se atreve a meterse en la piel de un “nativo americano” cantando como de si de un Indio se tratase, “The Ballad of Golde Valley”, quizás la más previsible y sencilla de toda la colección, pero que sin embargo no llega a desentonar por el acertado tratamiento de voces con que luce el estribillo, y de la desesperanzadora “Misty Morning Sun”. 

El cierre en falso llega de la mano de “The End of the Line”, una composición de corte clásico, alegre y vacilona, que a buen seguro acabará por tener un merecido hueco en sus directos… pero como decimos éste no es el final de “The Truth, The whole Truth and nothing but the Truth”, aún queda tiempo para rematar la faena, dejando la puerta abierta a un futuro próximo en el que quizás los chicos de Arizona Baby decidan dar un paso hacia delante de manera radical en lo que a su sonido respecta. 

Al menos eso es lo que se desprende al escuchar su fabulosa adaptación del clásico de KraftwerkDas Model”, logrando acercarla de manera brillante, a la par que sorprendente, al estilo de la banda, y “The Truth is on the Radio”, una recreación totalmente novedosa de “The Truth”, el corte que hizo este trabajo posible pero que por caprichos del destino finalmente quedó fuera del mismo, donde muestran unas irremediables ganas de explorar con nuevas sonoridades que bien podrían indicar que para ellos ha llegado el momento de dotar de una evolución a su sonido.

Debemos entender “The Truth, The whole Truth and nothing but the Truth” como un trabajo notable que a buen seguro ejercerá de nexo de unión entre la primera etapa de Arizona Baby, rockera, decididamente acústica y brillante a todas luces, y una segunda que parece traerá más que interesantes novedades.

Hasta entonces toca disfrutar de estos brillantes temas que nos han regalado y restar días al calendario para que llegue pronto 2013, para poder desvelar la incógnita que nos plantean nuestros barbudos más entrañables.


(Javier González, www.elgiradiscos.com)

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